Nebrija y El Brocense: Convergencias y divergencias

Nota: Este artículo fue escrito durante el curso 2019-2020 para la asignatura Historia de la Lingüística. Lo que se publica aquí es una adaptación del mismo.


Dentro de la historia de la Lingüística, hay que destacar la importancia que tuvieron para la misma los siglos XVI y XVII. Tal y como indica Marina Kosarik (1996: 2), es en este momento cuando se formulan una gran cantidad de ideas y teorías que serán muy cercanas a las que se estudian actualmente. En este post me centraré en dos autores de especial relevancia dentro de este contexto: Elio Antonio de Nebrija y el Brocense.

En primer lugar, Elio Antonio de Nebrija nació en torno a 1444 en Lebrija; siendo hijo de Juan Martínez de Cala e Hinojosa y Catalina de Xarana y Ojo. Tras cinco años en la Universidad de Salamanca, continuó sus estudios en Italia. Tuvo una extensa carrera como profesor y autor, publicando obras como Introducciones latinas (1481), Materies grammatice y Repetitio primera (c. 1485), Peregrinación del Rey y la Reina a Santiago (1486), Differentiae excepte ex laurentio valla Nonio marcello & servio Honorato (c. 1489), etc. No obstante, sin duda su obra más conocida fue publicada en 1492 bajo el título “Gramática de la lengua Castellana”. Según señala Peñalver Castillo (1992: 222), “la Gramática de la lengua castellana convierte a Nebrija en el padre de la lingüística española, ya que esta obra es la primera gramática de una lengua romance”.

Pese a que su gramática fue claramente influenciada por los humanistas italianos, se tienen pocos datos sobre su estancia en Italia, años donde sus investigaciones tendrían como fin el “adquirir los conocimientos necesarios para luego poder restituir los autores latinos a España” (Rodrigo, 2014: 6). Martínez Gavilán (1987: 2) indica que la obra de Nebrija no fue comprendida en su momento, hecho que no es extraño teniendo en cuenta que por aquel entonces en España no había una gran preocupación por el estudio de la gramática; situación que cambiará de la mano de Bartolomé Jiménez Patón y sus Instituciones de la gramática española. Por otra parte, Nebrija al igual que otros muchos autores consideraba su gramática como un instrumento sumamente útil para el aprendizaje y enseñanza de los extranjeros.

Por su parte, Francisco Sánchez de las Brozas —conocido también como “el Brocense”—, también va a romper con la enseñanza gramatical establecida hasta el momento (Sánchez Salor, 1996: 1). Nació en Cáceres en 1523 en una familia pobre y estudió Teología y Arte en Salamanca. Allí mismo consiguió ser catedrático de Retórica, siendo además profesor de griego. Víctima en dos ocasiones de la Inquisición —aunque logró salir exculpado—, murió en diciembre de 1600 dejando tras él un legado de obras de especial relevancia para la lingüística tales como Arte para saber latín (1595), Grammaticae graecae compendium (1581) o Verae brevesque latinae institutiones (1587).

Su gramática, denominada Minerva sive de causis linguae latinae —haciéndole un notable guiño al título de la obra de César Escalígero (De causis linguae latinae libri XIII (1540)), la cual fue una gran influencia para la obra del Brocense (Galán Sánchez, 2004)—, no encontró rival a nivel europeo dentro del ámbito de obras gramaticales durante más de dos siglos, aunque particularmente en España se le dio muchísima más relevancia a la de Nebrija (E. Sánchez Salor & Chaparro Gómez, 1995). Por otra parte, el hecho de mencionar a la diosa de la sabiduría en el título ya nos muestra una actitud de confianza en la razón para poder aclarar la realidad (Fonseca, 2010: 241). En pocas palabras y tal como señala Martínez Gavilán (1987: 143), “bajo la invocación de Minerva, diosa de la sabiduría surgida de la cabeza de Júpiter, el Brocense se propone explicar las “causas y principios verdaderos” de la lengua latina”.

Ahora bien: las obras de un autor y otro tienen bastantes diferencias entre sí. El Brocense se presenta como innovador, como un contrapunto a las ideas expresadas por Nebrija, pero a su vez colabora con él en la tarea de acabar con las teorías mostradas en gramáticas como el Mammotrectum de Marchesi o el Compendium Grammaticae de Juan de Pastrana (Sánchez Salor, 1996: 3). La relación entre ambos levantará bastante controversia: si bien el Brocense se presenta como un “continuador” de la tarea de Nebrija, en sus trabajos se van a apreciar varias críticas al autor y durante su periodo como docente va a tratar de enseñar su propia gramática (Sánchez Salor, 1996: 7). El Brocense va a tener además una posición naturalista y, tal y como señala Mañas Núñez, va a tratar de “conjugar la lingüística con la filosofía e intentar explicar el lenguaje acudiendo al mundo lógico-ontológico de las Ideas platónicas”.

Con el propósito de ejemplificar las diferencias entre ambas gramáticas, se procede a realizar una comparativa entre dos apartados gramaticales de una obra y otra. En este caso, se han seleccionado los apartados referentes al número y al adverbio. Con lo que respecta al número, Nebrija establece que es “aquello por que se distingue uno de muchos” y establece que hay plural y singular. No obstante, en el apartado “Capítulo séptimo, de los nombres que no tienen plural o singular” decide insistir en que hay palabras que no tienen ni plural ni singular, es decir; que no tienen número. Esto contrasta con la posterior opinión del Brocense, quien arranca resaltando la importancia del número:

Casi todos los gramáticos hacen una clasificación basada en la declinación, de manera que dicen que hay unas que se declinan y otras que no. Pero la declinación es algo posterior al número, caso, tiempo y género. (…) Por contra, el número está por encima de todas estas otras categorías, ya que todas las demás las explicamos numéricamente: decimos «primera persona», «primer caso», «primera declinación»,»primera conjugación» etc. (Sánchez de las Brozas, 1995: 12-13).

Además, se ve cómo su opinión con respecto a cuántos números hay difiere con la de Nebrija cuando dice que “el número es o singular o plural; y no hacen falta más números; no hay, en efecto, un tercero entre el singular y el plural” (Sánchez de las Brozas, 1995: 13).

En cuanto al adverbio, Nebrija lo define como “una de las diez partes de la oración, la cual añadida al verbo hinche o mengua o muda la significación de aquel (…) y llámase adverbio porque comúnmente se junta y arrima al verbo para determinar alguna cualidad en él” (Nebrija, 1492: 35). Aquí ya se encuentra una diferencia con el Brocense, que destaca que “sin embargo, se une también a otras partes de la oración” (Sánchez de las Brozas, 1995: 33) y no solo a un verbo. Por otro lado, mientras que Nebrija señala y enumera las formas del verbo, Francisco Sánchez mantiene que “enumerar las formas del adverbio no es cometido del gramático” (Sánchez de las Brozas, 1995: 33). Otra gran diferencia que reside en las obras de ambos gramáticos es el tema de las interjecciones. Nebrija explica que “los latinos, como dijimos en otro lugar, pusieron la interjección por parte de la oración distinta de las otras; pero nosotros, a imitación de los griegos, contámosla con los adverbios” (Nebrija, 1492: 36), mientras que en el lado opuesto el Brocense afirma que “los griegos consideran como adverbios lo que para nosotros son interjecciones; pero se trata sólo de sonidos inarticulados y naturales; por eso no las considero entre las partes de la oración” (Sánchez de las Brozas, 1995: 33).

Pese a estas notables diferencias, es necesario concluir afirmando que cada obra influyó a su manera en la gramática tal y como la conocemos hoy en día. Del mismo modo que Nebrija fue el punto de partida para la obra de Francisco Sánchez; las investigaciones e ideas del Brocense influyeron en la obra de Arnauld y Lancelot —Port-Royal Grammar—, así como en el desarrollo de la gramática general y filosófica:

En la línea de los estudios ya mencionados, que han anticipado el inicio de la lingüística cartesiana situándolo en la tradición medieval y humanística, la autora considera que la mayoría de los presupuestos de la Grammaire de Port-Royal eran “nociones muy extendidas en la época” (ibid., 650), como lo muestra la “profunda y decisiva” influencia ejercida por el Brocense en los gramáticos españoles del siglo XVII, influencia a la que atribuye su “análisis racional de los fenómenos lingüísticos” (Martínez Gavilán, 1987: 142).

Por tanto, pese a sus diferencias, sin las aportaciones de estos dos autores a nuestra gramática le quedaría aún un inmenso camino que recorrer. 


BIBLIOGRAFÍA:

  • Fonseca, M. (2010). Francisco Sánchez de las Brozas: sondagem aos conceitos de razão, causa, uso, universalidade e sua repercussão gramatical. En Post tenebras spero lucem. Los estudios gramaticales en la España medieval y renacentista. (pp. 237-256). Universidad de Granada.
  • Galán Sánchez, P. (2004). Influencias del «De Causis Linguae Latinae» de Escalígero en la Minerva del Brocense. Minerva: Revista de filología clásica, 2004(17), 139-164.
  • Kosarik, M. (1996). La lingüística ibérica en los siglos XVI-XVII y el contexto cultural de la época. Universidad Estatal de Moscú Lomonosov.
  • Mañas Núñez, M. (2002). La Gramática Racionalista en España y Europa en el siglo XVI. Universidad de Extremadura, 105-131.
  • Martínez Gavilán, M. D. (1987). La gramática racionalista en españa y europa en el siglo xvii 1 (Número Universidad de León, p. 68).
  • Nebrija, E. (1492). Gramática de la lengua castellana.
  • Peñalver Castillo, M. (1992). Nebrija: de la Gramatica de Ayer a la Gramatica de Hoy. 15, 221-232.
  • Rodrigo, M. (2014). Nebrija e Italia. Un precedente toscano de la primera gramática romance. Boletín de la Sociedad Española de Historiografía Lingüística, 9(9), 5-27. https://doi.org/10.5281/zenodo.3609735
  • Sánchez de las Brozas, F. (1995). Minerva o de causis linguae latinae. Institución Cultural El Brocense.
  • Sánchez Salor, E. (1996). Nebrija y el Brocense. En Revista de estudios extremeños (Vol. 52, Número 1, pp. 11-32).

WEBGRAFÍA:

Ferri Coll, J. El autor: Biografía Elio Antonio de Nebrija (Lebrija, ¿1444?-Alcalá, 1522). Perfil biográfico. Cervantes Virtual. Disponible en: <http://www.cervantesvirtual.com/portales/elio_antonio_de_nebrija/autor_biografia/>

Quilis, A. Antonio de Nebrija: Semblanza biográfica. Universidad de Nebrija. Disponible en: <https://www.nebrija.com/la_universidad/presentacion/biografia-antonio-nebrija.php&gt;

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